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En primer lugar, déjame darte un muy caluroso saludo de nuevo año 2020. Espero que esta nueva temporada de tu vida venga con muchas experiencias celestiales y mayor revelación de nuestro buen Dios en tu ser interior. Para comenzar este nuevo año, quisiera hablarte de un tema que ha tocado las fibras más internas de mi corazón y que al mismo tiempo me ha permitido comprender a mayor profundidad quien es el Dios a quien amo y sirvo con todo mi ser. He decidido titularlo “Enfrentando mis temores” .

En primer lugar, quiero confesarte que he sido una mujer profundamente temerosa (aunque a veces no lo parezca). La raíz de mis temores la he encontrado en las experiencias que tuve en mi época de niñez, de adolescencia, de juventud; y también en las palabras de quienes han sido importantes en mi vida, como mi familia, mis compañeros de estudio (en todos los niveles de formación académica por los cuales he pasado), mis amigos, mis profesores y mis compañeros de trabajo. En diferentes circunstancias de mi vida, he creído las mentiras del enemigo y ellas me han infundido MIEDO. Estoy hablando del miedo mundano que paraliza y que nos hace sentir ansiosos y desesperados.

Dice una clasificación, ampliamente aceptada en la comunidad académica, que los miedos más comunes entre las personas de esta generación son los siguientes:

  1. Miedo a la muerte.
  2. Miedo a la soledad.
  3. Miedo a la enfermedad.
  4. Miedo a la pérdida de un ser querido.
  5. Miedo a enamorarse.
  6. Miedo al futuro.
  7. Miedo a fracasar.
  8. Miedo al cambio.
  9. Miedo a la crítica.
  10. Miedo a no cumplir los sueños.

Yo los he tenido todos. ¿Has tenido tú alguno de ellos?

No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”.

Isaías 41:10 (RVR 1960)

Yo no sé si a ti te sucede lo mismo que a mí, pero cuando Dios me dice: “No temas, porque yo estoy contigo”, la verdad es que yo no sé cómo procesar esas palabras. ¿Cómo puedo por mí misma no temer si es algo tan incontrolable? Yo podría decirle al Señor que no quiero temer, pero el hecho de decírselo no significa que va a suceder de inmediato en mi corazón, ¿no te parece?

En este sentido, lo primero que debes entender para enfrentar tus temores es que el miedo no es algo que tú mismo te sacas del corazón. El miedo es como un tumor que solo puede salir por medio de una cirugía; es decir, si otro lo saca por ti. Solo el Señor puede desarraigar el miedo de ti, y lo hace a través de la expresión de su poderoso amor por ti:

“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor lleva en sí castigo. Por lo tanto, el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor”.

1 Juan 4:18 (RVR 1960)

¿Lo ves? Sentirse profundamente amado por Dios es clave para que todo miedo de tu corazón huya. El perfecto amor echa fuera todos tus miedos. Es precioso, ¿no lo crees? Lo más impactante es que, si meditas más lentamente la primera parte de Isaías 41:10 “No temas, porque yo estoy contigo”, te darás cuenta de que la promesa de nuestro Dios es hecha aún antes de que las circunstancias pasen. Él está contigo primero y, como consecuencia, espera que tú no temas nada con relación a lo que podría venir: Él te garantiza no solamente Su Presencia sino también su Amor, y te da la garantía de que tus miedos se irán por completo, si le crees.

Si has sentido temor en este nuevo año con relación a cualquier área de tu vida, te recomiendo que medites en los siguientes apartes de las Escrituras. Para mí han sido de gran bendición y me han permitido enfrentar el temor y la ansiedad muchas veces. Sé que Dios quiere echar fuera de ti todo miedo y ansiedad, para que lo llegues a conocer aún más.

“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”.

1 Pedro 5:7 (RVR 1960)

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.

Filipenses 4:6-7 (RVR 1960)

“No tendrá temor de malas noticias; su corazón está firme, confiado en el Señor. Asegurado está su corazón; no temerá, hasta que vea en sus enemigos su deseo”.

Salmo 112:7-8 (RVR 1960)

En mi próxima entrada te contaré cinco maneras en las que obra el Señor en una vida cuando está pasando por el oscuro valle del miedo. ¡No te la pierdas! También me gustaría que me contaras acerca de la manera en la que tú has enfrentado los temores en tu vida. Puedes hacerlo en la sección de comentarios.

Dios te bendiga.

Andrea Suárez Salazar

2 Replies to “Enfrentando tus temores (Primera parte)”

  1. Andre!!, apreciados lectores, a veces creemos no temer a nada, pero cuando llegan situaciones que retan la toma decisiones en un determinado momento y espacio de nuestra existencia, tales como: Dar la milla extra, o cualquiera de los ítems anteriormente mencionados es cuando descubrimos que sí tenemos temores ocultos en nuestro corazón, si Dios me ha hecho libre de muchos pero también enfrento otros, ésta vez con la compañía de Dios y su palabra. Se puede?, Si señor(a).

    1. Hola César,

      Es cierto lo que expresas. Cuando llegan las situaciones difíciles es realmente cuando se pone a prueba nuestra fe y es más fácil que sean más evidentes los temores de nuestro corazón. La ventaja que tenemos es que, independientemente de lo que vivamos o lo que sintamos, tenemos a alguien que nos escucha, nos atiende y nos socorre en nuestros momentos más complejos… El Señor es quien nos da la victoria y nos viste de seguridad y alegría.

      Dios te bendiga.

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