Te vi llorando allí conmigo
justo como lo haces cuando lloro:
quieto, en silencio, con esa mirada que me parte y que me duele.
Te vi llorando allí conmigo
justo como lo haces cuando sonrío:
despierto, enamorado, con esa sonrisa blanca que todo mi ser remueve.
Te vi llorando allí arrodillado
justo como te inclinas cuando lo hago:
a mi lado, siempre a mi lado y con una mano abierta que mi corazón sostiene.
Y por haberte visto y por haberte hablado,
por haberte sentido conmigo sollozando,
y así me duela y así te duela,
Te suplico Señor y amigo mío:
¡Déjame allí: siempre en tu costado!
Asi es, Jesús es quien prometió estar con nosotros, amigos, créanme que cuando compartimos éste contenido es porque Jesús es realmente verdadero y quiere participar en tu vida, solo y solo si tu lo aceptas en tu corazón.!! Gracias Andre por Poema!!
Muchas gracias a ti por tu comentario, César. Es cierto. Él es quien prometió estar con nosotros en nuestros momentos de dolor siempre.
Un abrazo.