¡En mí despierta, oh Dios, la más sincera poesía!
Los versos más genuinos, los silencios más sentidos.
Te mereces esto y mucho más.
¡Mucho más!
¡Todo y más!
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Embelesada contemplo tu plenitud
y siento estrecho el tiempo… eres tú la infinitud.
Te llevas y dispersas mis deseos carnales.
Extiendes mis límites temporales, espaciales e intelectuales.
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¡Cuán pequeña hoy me siento y cuán privilegiada
de tenerte y conocerte!
El amor más puro.
Mi única necesidad.
Mi sueño, mi desvelo.
¡Eres tú mi gran anhelo!
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El mayor tesoro.
Lo que más valoro.
Mi mejor diamante.
Mi fervor más grande.